Una compañía pionera acaba de sacar al mercado una idea llamada Windstalk, que puede lograr cambiar muchas cosas. Se trata de unas varas alargadas, que se elevan hasta el cielo hasta 55 metros, y que tienen 33 centímetros de grosor en la base; conforme se elevan hacia el cielo, su anchura se va reduciendo, hasta alcanzar la irrisoria cantidad de dos pulgadas.
¿Por qué resulta tan importante esta propuesta? Pues bien, para los que estamos comprometidos con el medio ambiente, la parte más importante es que todas las aves migratorias, que hasta ahora en ocasiones se topaban con los aerogeneradores en su camino, que acababan con una parte notable de su población. Pero gracias a esta idea, ese problema que tanto ha movido a los ecologistas a investigar, se soluciona de una vez por todas.
Por otra parte, están también los intereses de la industria; y es que con el coste de mantenimiento que tienen los aerogeneradores, era necesario buscar alguna alternativa más económica. Y es precisamente en ese punto donde Windstalk se perfila como una maravilla del ingenio humano, ya que va a reducir de forma dramática esos gastos, y por lo tanto aumentará espectacularmente los beneficios con sus tallos de fibra de carbono.
Os dejo un video relacionado con el tema, así como una página web de Windstalk, por si queréis conocer el asunto en más profundidad: