Con la eterna crisis económica como telón de fondo, la compañía francesa Dalkia acaba de anunciar que no abrirá finalmente su proyecto de biomasa en España, o al menos no hasta que la situación de las ayudas y subvenciones se normalice un poco, y el Gobierno de España tenga más claro qué es lo que va a hacer al respecto.
La noticia ha tenido un impacto muy negativo, ya que se esperaba que realizase una fortísima inversión en España, con un proyecto de biomasa que daría empleo de forma directa a 300 personas, y que además tendría como revulsivo el hecho de que ayudaría a aumentar la presencia de la biomasa en España, una energía renovable de gran pujanza y que va ganando más y más terreno ante la constante subida del precio de los combustibles fósiles. Al respecto del asunto, desde la compañía declaraban: «A través de las reuniones que el representante de Dalkia en la Región de Murcia, Fidel Saura, ha mantenido con Ballesta, nos consta que este consejero ha realizado numerosas gestiones ante el ministro de Industria para que en la nueva regulación se introduzcan algunas excepciones que permitan la implantación de plantas de biomasa en esta Comunidad Autónoma».
Se va haciendo necesario que en España las subvenciones y ayudas a las energías renovables vuelvan, ya que de otro modo el sector no parece ir a levantarse en los próximos tiempos, y por tanto no habrá tampoco todo el «empleo verde» prometido.
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