Lamentable, evitable y tristemente comprensible. Así podríamos definir lo hecho por la compañía FCC, que ha decidido cortar las alas a sus inversiones en el sector de las energías renovables debido a la situación de inseguridad que, gracias al Gobierno de España, el sector de las energías renovables está atravesando. Y es que con tantas modificaciones de casi todo lo que uno se pueda imaginar, es normal que los inversores no tengan confianza, y decidan paralizar proyectos que, por ejemplo en este caso, van a perjudicar gravemente al sector.
Y es que desde FCC han sido muy claros al decir «estamos parando las inversiones y viendo las nuevas condiciones», en una clara alusión a que todos los proyectos por los que desembolsaron grandes cantidades de dinero hace tiempo podrían irse al garete por los cambios en la legislación vigente. Esto, que a priori podría parecer que supone realmente poco para el sector, podría implicar mucha destrucción de empleo, ya que cabe destacar la importancia que FCC tiene dentro del sector de la industria en general, y de las renovables en particular, controlando importantes infraestructuras en España dedicadas a este tipo de negocio.
Espero que el Gobierno se apresure a hacer algo y rectificar los errores que, más allá de juicios políticos que aquí sobran, es evidente que se están cometiendo, y que ponen en serio peligro las cosas. Y es que no acabo de entender cuál es el sentido de dar subvenciones en un sector para luego dañar gravemente las inversiones que agentes externos podrían hacer en él con iniciativas tan irresponsables como el famoso «tijeretazo». Os dejo un video sobre otro ejemplo de errores de este Gobierno: