300 millones en pérdidas

Las energías renovables en España, a nivel inversión de futuro, lo están teniendo cada vez más complicado. No por casualidad APREAN lanzaba hoy un mensaje de alerta, comentando que el famoso Decreto que regulará el sector de la energía eólica pone contra las cuerdas las finanzas de muchas empresas, al suponer un recorte de nada más y nada menos que 300 millones de euros entre beneficios potenciales, subvenciones y, por supuesto, primas que se iban a conceder por la producción de electricidad ecológica.

Las cosas no están funcionando, pues, como se esperaba, y ahora la UE ya está mirando con lupa las gestiones que hacemos con el dinero de los fondos europeos, que cada vez parece haberse diluido más y más, hasta llegar a un punto en el que es bastante difícil justificar a dónde han ido a parar todos los millones que, supuestamente, iban a servir para generar empleo en el sector de las energías limpias y, por consiguiente, iban a ayudar a reflotar la economía nacional, que pasaría de basarse en el poco rentable ladrillo a las renovables, con gran proyección a escala internacional. La desconfianza, sin embargo, es lo que se ha apoderado ahora del resto de mercados mundiales, que ya no ven con buenos ojos invertir en renovables en España, ya que la compleja y cambiante legislación hace que la rentabilidad de dichos negocios sea más que cuestionable. Y lo peor de todo es que esto no es más que el principio de los ajustes de los que habla Miguel Sebastián.

Foto: Alvizlo