Muchos no habían escuchado hablar del tema hasta este mismo día, cuando Endesa y Gas Natural se encargaron personalmente de hacer estallar una situación que está ahora mismo en su punto máximo de presión, y que amenaza con volverse insostenible si el Gobierno de España no rectifica con urgencia. Hablamos del déficit tarifario, ese gasto que supone el financiar proyectos relacionados con las energías renovables, y que no ha dejado de crecer, no por culpa de las energías limpias, sino por no haber sabido llevar a buen puerto su gestión.
Mientras esa especie de «deuda» sobre el precio que cuesta al ciudadano español no hace más que aumentar, el Gobierno sabe que se acercan las elecciones, por lo que no quiere exponerse más, y evita la subida del recibo de la electricidad poniendo fondos del erario público, que pretenden parchear la situación por un tiempo, dejando la verdadera papeleta para el siguiente, que será quien tenga que anunciar a los ciudadanos un aumento del precio de la electricidad todavía mayor que el que nos sobrevendría en este momento, y cuyas consecuencias son cuando menos impredecibles en esta sociedad ya atosigada por las deudas.
¿Medida socialista o populista? Para mí, no se trata más que de un engaño a la sociedad, un pan para hoy y hambre para mañana, que va a suponer que a lo largo del 2012 la subida del recibo de la electricidad crezca en porcentaje como nunca antes lo hemos visto. Y si no, al tiempo.
Foto: Fsse