Mucho tiempo ha pasado desde que nuestros ancestros comenzaron a trabajar en el diseño de preservativos, y lo cierto es que en nuestros días no todos los productos de este tipo, popularmente llamados condones, son todo lo ecológicos que debiera. Mientras la mayoría de las marcas menores utilizaban materiales poco respetuosos con el medio ambiente en el pasado, hoy por hoy tenemos la suerte de vivir la evolución hacia un producto más cuidado y que, sobre todo, mima más al planeta. No en vano muchos son los preservativos que terminan tirados en cualquier lugar, y por lo tanto es imperativo que sean biodegradables.
Otros productos cuentan con mejor suerte, como es el caso de los lubricantes, que al tratarse de algo mucho más reciente, suelen ser fáciles de eliminar en el propio proceso de tratamiento y potabilización, por ejemplo, del agua. Con todo, es fundamental que la industria de la producción de preservativos y productos relacionados mantenga su voluntad de tener presente el planeta en su forma de trabajar, puesto que son algo necesario para la sociedad en que vivimos hoy por hoy.