Que China está avanzando rápidamente para convertirse en toda una potencia de las energías renovables no es nada nuevo, ya que se trata de algo que necesariamente tienen que llevar a cabo si desean conseguir evitar todos los problemas derivados de su escasa protección del medio ambiente y, sobre todo, cambiar la imagen internacional que tienen al respecto.
Precisamente en ese contexto el Gobierno de China ha tomado la decisión de apostar más fuerte por los coches eléctricos, que ahora suman un total de 27.400, pero que tienen intención de hacer aumentar hasta las 39.700 unidades a lo largo de los próximos 3 meses. Se trata de un plan extraordinariamente ambicioso, con el que el Ejecutivo espera reducir drásticamente las emisiones de CO2 del país por una parte, y conseguir dinamizar la economía por otra, ya que gran parte de los vehículos de este tipo que se están comercializando en este momento son fabricados en China. No en vano allá por el año 2005 desde China se realizaban la mayoría de patentes para registrar modelos de coches eléctricos, previniendo el enorme crecimiento que tendrían a partir del año 2010.
Estas medidas además tienen un gran valor estratégico añadido, puesto que el Gobierno de China ha llevado a cabo gestiones muy ambiciosas para subvencionar no sólo la compra de los propios coches, ofreciendo suculentas cantidades a los usuarios, sino que además el país está (literalmente) lleno de estaciones de carga.
Foto: Ecomotriz