La radiación solar tiene su orígen en el sol, del que podemos decir que es un inmenso reactor de fusión termonuclear, que quema cada segundo unas 600.000.000 de toneladas de hidrógeno a 20 millones de grados kelvin.
Está localizado a una distancia apróximada de 150 millones de kilómetros con respecto a la tierra y tiene una vida estimada de varios miles de millones de años, por lo cual tenemos asegurado su funcionamiento en el tiempo y sin ningún gasto de inversión ni mantenimiento.
La energía que absorve la tierra es de 19.000 Kw por habitante lo que equivaldría a la potencia de 120 millones de reactores de 1.000 Mw.
Aprovechar la energía solar es captarla y convertirla en energía útil para la humanidad. La radiación es captada y el calor se transfiere a un medio portador de calor, generalmente un fluido. El medio calentado se puede usar directamente o indirectamente, mediante un intercambiador de calor que transfiere el calor a su destino final.