La empresa originaria de francia E-ON acaba de anunciar lo que puede suponer el comienzo de una nueva era para la energía eólica; su idea consiste en aprovechar las infraestructuras dedicadas al transporte de gas de las que dispone en la actualidad para, a través del hidrógeno, almacenar la energía eólica que resulte excedente en los días de mayor productividad, para así conseguir terminar con el problema que supone las subidas y bajadas constantes de esta fuente de energía.
Sus directivos dejan clara la línea a seguir al comentar: «Necesitamos nuevas formas de almacenamiento para poder incrementar en los próximos años la integración de la energía eólica, dependiente de las condiciones climatológicas, con el resto de nuestros activos de generación. Utilizar la infraestructura gasística existente en la actualidad para almacenar hidrógeno es un paso prometedor en este largo camino, y nos da la oportunidad de combinar formidablemente nuestras capacidades como compañía de electricidad y de gas». Pese a todo, no se tiene constancia de que esto pueda ser 100% aplicable, ya que el hidrógeno puede llegar a ser bastante problemático y, sobre todo, costoso a la hora de trabajar con ciertos tipos de energía, pese a lo cual podemos mostrarnos optimistas con este tema.
Una vez más se demuestra que España sigue y seguirá a la sombra de las investigaciones en materia de energías renovables, ya que mientras los alemanes siguen invirtiendo en I + D, nosotros estamos más preocupados de invertir en frentes poco rentables (como el ladrillo). Veremos a quién da la razón el paso del tiempo.
Fuente: E-ON