A menudo me preguntan sobre algunos consejos que puedo ofrecer para conseguir ahorrar algo de dinero al mismo tiempo que uno protege el medio ambiente, en lo que supone un pequeño esfuerzo que redunda en beneficio no sólo propio, sino de todos. Pequeños gestos, como se suele decir, son los que marcan una gran diferencia, y pueden significar una gran cantidad de dinero que no malgastamos al final del año, que viene muy pero que muy bien en estos tiempos de crisis.
Algunas ideas de lo más sencillo son, por ejemplo, colocar una pequeña piedra que llene un poco el tanque de la cisterna del servicio, para que las recargas de agua, usualmente excesivas, sean un poco más ahorrativas. Ni que decir tiene que apagar las luces de las habitaciones en las que no estamos, o simplemente poner bombillas de bajo consumo son otra de las claves… y es que si el precio es alto al principio, os aseguro que a la larga la inversión se amortiza (y mucho). Otra posibilidad importante es la de desconectar todos esos electrodomésticos que tienen algún LED encendido, lo que indica que están en «standby» (algo así como «en espera»), lo que si bien reduce el tiempo que tardan en volver a encenderse, supone un consumo de electricidad completamente innecesario.
Con estos simples consejos, si los llevamos a la práctica de forma responsable, conseguiremos reducir no sólo el gasto de nuestro bolsillo, sino también la huella ecológica que, entre todos y por no tener en cuenta este tipo de cosas, acabaremos por dejar de forma irreversible en el planeta.
Foto: Bondine