Parece que ese nuevo modelo de negocio tan interesante del que os hablaba el otro día, el «car sharing», no está gustando mucho entre las asociaciones de taxistas, que se han quejado enormemente de lo que podría ser una situación más que desagradable para ellos. Han cargado no sólo contra el negocio, sino también contra el Ayuntamiento de Valencia, por la forma en que les parece que está tratando el asunto.
Así, los taxistas aseguran que se han gastado muchísimo dinero de su bolsillo para conseguir cumplir con su deber de acercar las energías renovables al sector, contando con una flota que cada vez produce menos emisiones de CO2 y apuesta por combustibles más respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, se quejan de que sumado a la falta de subvenciones, el «car sharing» puede ser el mazazo definitivo para su negocio, además de catalogarlo como poco ecológico, ya que pone en circulación un número elevado de vehículos que, a su modo de ver las cosas, no son necesarios si se mira el buen servicio que están ofreciendo ya las flotas de taxis a los ciudadanos.
Para mí, los taxistas tienen razón al quejarse de cómo ha sido tratado el tema de las subvenciones, y el hecho de que hayan tenido que ser ellos los que han puesto el dinero… sin embargo, y por mucho que la crisis les ponga contra las cuerdas, creo que el «car sharing» forma parte del mercado del futuro. Así que renovarse, o morir.
Foto: Twicepix