La realidad de los océanos nunca se había situado tanto en la cuerda floja, y nosotros sin enterarnos. Y es que según hacía público el propio CSIC, la cosa pinta bastante mal por allí abajo, precisamente gracias a la intervención que estamos haciendo los humanos, y que está resultando nefasta por culpa de no poner límites al uso que se hace del medio ambiente, que se ha convertido en una suerte de vertedero en el que ya hay la friolera de 200.000 activos contaminantes de CO2.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de tan exagerada cantidad de residuos en los mares? Pues no sólo que las aguas sean absolutamente horribles y que se vayan calentando cada vez más, sino también la muerte de las especies que, por cierto, tampoco contribuirán a paliar la crisis, ya que supondrán el fin de muchos puestos de trabajo en el mar, dado que los marineros no podrán a faenar para conseguir unos animales que, sencillamente, ya no existirán.
Y antes de que la situación sea tan catastrófica, creo que es el momento de darse cuenta de la imperiosa necesidad que, ahora sí, tenemos de las energías renovables… y es que la única forma de frenar el impacto que el ser humano está teniendo sobre el medio ambiente es intentar reducir la contaminación de alguna manera, pero ya. Si queremos seguir viviendo en este maravilloso planeta, tenemos que apostar más fuerte que nunca por las renovables, tal y como comentan en este maravilloso artículo.
Foto: Bdebaca