Así de claro lo han dejado a través de su portavoz Ban Ki-moon, que ha hecho unas declaraciones de esas que nos tienen que hacer reflexionar sobre la realidad en la que vivimos, y sobre el futuro que espera a nuestras sociedades si no llevamos a cabo una serie de importantes inversiones en el sector de las energías limpias. Y es que no se puede negar la evidencia, que no es otra que la de que en el año 2030 la demanda internacional de electricidad habrá aumentado hasta un 40%, lo que exigirá cubrirla con algún tipo de fuente. Y la UE quiere que sea renovable.
De este modo, Ban Ki-moon ha declarado: «nos hace falta una revolución mundial en el campo de las energías limpias, una revolución que haría la energía accesible y asequible a todos», algo que nos recuerda por ejemplo al impacto que la revolución industrial tuvo sobre la sociedad hace no tantos años. Además, también ha querido destacar que el proceso de implantación de un nuevo modelo energético a escala internacional «es esencial para minimizar los peligros climáticos, para reducir la pobreza, mejorar la salud a nivel mundial, dar más poder a las mujeres y cumplir con los objetivos de desarrollo del milenio».
Por decirlo de otra manera, está en manos de todos lograr los compromisos que tenemos pendientes ya no con nuestra sociedad, sino con el resto de naciones y la humanidad en general, que necesita poder contar con nuestra aportación energética para no acabar provocando un auténtico desastre en el planeta. Os dejo un vídeo relacionado con el tema: