En los últimos tiempos, muchas personas se han interesado por una fuente de energía que quizá no ha tenido toda la publicidad que han logrado otras, pero que también resulta ser una propuesta enormemente viable cuando se trata de llevar las energías renovables al día a día. Hablo de la Anaconda, un sistema parecido a la serpiente en la forma, que se instala en los mares y se aprovecha de la energía que producen las olas para funcionar (podéis conocer mejor sus características en este artículo).
Hasta hace un tiempo en el Reino Unido se hablaba de instalarlas por toda la costa, y en la actualidad son muchos los países que ya tienen proyectos piloto con este sistema, ya que por una parte son «bastante baratas» si tenemos en cuenta que, según sus creadores, con este sistema su coste estaría absolutamente amortizado en un año (ellos lo han tasado en la friolera de entre 2 y 3 millones de libras, lo que viene a ser como mínimo algo más de dos millones de euros, al cambio actual).
La Anaconda Wave Energy, que es así como se la conoce, tiene muchas probabilidades de acabar por abrirse un hueco en el mercado, aunque tenga algunos puntos en contra, como el hecho de que ocupan parte del suelo marino (lo cual siempre es algo peligroso para las especies, debido al intrusismo humano), y pueden irse al garete con alguna catástrofe natural (su creador dice que «podemos recuperarlas y volverlas a poner en su lugar», pero encontrar una de estas en medio del mar no parece tarea fácil). Os dejo un interesante video que muestra su potencial: