Después del gran debate que existió en torno a si la compañía Enel Green Power, filial del prestigioso grupo italiano de energías renovables Enel, iba a depositar sus esperanzas de futuro en sus inversiones en España, a través de la compañía ACS, hoy se ha confirmado que no tienen pensado llevar a cabo dichas inversiones, aunque no ha quedado demasiado claro qué es lo que les ha llevado a hacer ese movimiento.
Entre los motivos que les han llevado a echarse atrás ha estado el factor de que Perú y otros países iberoamericanos ofrecían mejores oportunidades de negocio que España, a la que han señalado como una nación en la que la burocracia está pasando factura a los inversores de países exteriores, que lo tienen realmente complicado para entrar en nuestro mercado. Con respecto a otros países que inicialmente se barajaban como posibilidad, han comentado que Alemania ya no tiene sitio para nuevos negocios, mientras que Gran Bretaña no ha alcanzado los niveles necesarios de inversión pública en energías renovables como para que Enel Green Power pueda estar realmente interesada en llevar a cabo en dicha nación sus inversiones en materia de energías renovables.
En mi opinión, esto es sólo una muestra más de cómo, por culpa de una mala gestión y de no tener claro cómo permitir que se hagan los negocios en nuestro país, estamos perdiendo el interés de potenciales «clientes» que provienen del mercado exterior. Y, como no nos pongamos las pilas, tengo la impresión de que así seguiremos.
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