Las autoridades de la ciudad de Londres han tomado una decisión muy importante, que posiblemente afectará al destino de la ciudad, y tendrá un impacto muy positivo sobre la opinión que en toda la UE se tiene sobre ellos: en Londres hay compromiso con el hidrógeno.
¿Por qué digo esto? Pues porque ni cortos ni perezosos, tras haber anunciado hace no demasiado tiempo que tenían intención de poner en funcionamiento una importante flota de autobuses de hidrógeno, han logrado poner en circulación 15 ejemplares de los mismos en menos de un año; una cifra récord que sienta un precedente, y que indica que los transportes públicos de hidrógeno no son interesantes sólo por ser ecológicamente sostenibles, sino que además pueden ser económicamente viables, que es lo suyo.
Aunque todavía no me ha quedado claro si el modelo está funcionando a pleno rendimiento, o si habrá que esperar a que la flota aumente… en todo caso, siendo 15 los autobuses que los ciudadanos ya tienen a su disposición, creo que ya es para quitarse el sombrero con los londinenses. A ver si dentro de no demasiado tiempo importamos el modelo a España, que los autobuses eléctricos o que usan biocombustibles, después de todo, no son (ni mucho menos) la panacea. Os dejo un vídeo relacionado con el tema: